Estaba esperando al autobús hoy en el Paseo Zorrilla, a la altura de El Corte Inglés, y he visto a un hombre haciendo footing en mallas que se acercaba a una farola, la miraba y se iba corriendo. Al rato, volvía, y se repetía la situación. Cuando le vi ir y volver unas 5 veces, me di cuenta de que cada vez era una persona distinta. Y claro, todo el mundo desconcertado por saber qué contenía esa farola que atraía a tanto personaje. Muchos ancianos curiosos se acercaron y al mirar la farola se giraban sonriendo y pronunciaban unas palabras a sus acompañantes que no pude oír.

Personalmente, tenía ganas de desvelar ese misterio, pero me parece más gracioso así. Quizás es una Gymkana, quizás una cámara oculta. Para mí, es una historia curiosa que contar.

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