Me he acordado de una anécdota leyendo la entrada de Cinemascope sobre las cantadas de Antena 3. Pero bueno, al lío.
Resulta que me vino a la cabeza una historia que mi abuela le contó a mi madre, y mi madre a mí. Tras la guerra civil, el hambre se instaló en todas las casas, y en una de ellas vivían mis abuelos, casados ya por aquella época. Mi abuelo no era fan varias comidas (a saber: coliflor) pero comía con gusto los guisos en los que había trabajado su mujer (y porque los tiempos no estaban como para tirar las cosas). Él mismo decía que prefería comerse piedras antes que siquiera oler hervir una coliflor.
Dicen que la expresión existe porque la carne del gato y de la liebre (o conejo) son muy parecidas. Un buen día la vecina cuyo marido traía las liebres le dijo a mi abuela que ese día no había podido cazar nada. Mi abuela preocupada por lo que iba a comer su marido, pidió a la amiga que la ayudara a cazar un gato. Mi abuela la prometió que si lo cazaban estaba invitada a comer (si quería) y a ver como se lo comía mi abuelo.
Es horrible, pero en tiempos de hambre… allá que el gato fue al puchero. Al llegar a casa mi abuelo, se alegró por la visita y por el exquisito guiso “de conejo” que lo aguardaba. Se sirvieron todos, y se inició el festín.
¡Qué rico está esto! Sólo exclamaba mi abuelo. Las dos “pécoras” no hacían más que tratar malamente de aguantar la risa y soltar comentarios del estilo… hay muchos gatos en el pueblo, o… hay que ver cuantos gatos tiene la “Trini”…
Tanta risita acabó por mosquear a mi abuelo, que llevaba comido más de medio plato. Entonces dejando los cubiertos preguntó: qué pasa, esto es gato, ¿no?
Y las dos soltaron toda la carcajada que llevaban aguantando. Mi abuelo (que imagino que sólo pensaría en la madre de ambas señoras) supo reconocer que le habían engañado como a un chino dándole gato por liebre y que aquello… en fin, tuvo su gracia.
La venganza de mi abuelo fue que al final todos se comieron aquel gato y no quedó nada en la cazuela. Todos fueron partícipes de la broma. Pasaron una sobremesa agradable y por la tarde todo volvió a la normalidad… menos para uno.
Eran otros tiempos… :)
¡O_O! hala, y yo que pensé que eso solo se veía en los restaurantes chinos ...
jajaja, a tu pobre abuelo lo estafaron como a un chino, xD. La verdad es que eran otros tiempos, xD.
Gracias por la cita. Un saludo
Lo que me recuerda al rezo que se decía antiguamente en las tabernas antes de comer
Si eres cabrito, manténte frito;
si eres gato, salta del plato.