Llegó el fin de mes y me vi sin un duro. ¿Dónde se me había ido el dinero? ¿Por qué no tengo dinero para celebrar mi fin de exámenes? La respuesta apareció por sí sola, cada día que me pegaba una paliza de estudio para meter a presión ciertas asignaturas, recompensaba a mi cerebro con unas cuantas cañas.
Así que desde la semana pasada tengo una nueva nota en mi móvil, una lista de toda la gente a la que debo dinero, cañas, vino, cenas... me cago en la crisis una y cien veces.
Pero todo no ha sido un desastre. Hace dos viernes me desperté asqueado por la mañana para hacer el examen de traducción especializada y cuando me desperté de la siesta me encontré con una llamada para ir a un concierto de los Mojinos Escozíos que daban aquí al lado. Después nos fuimos a hacer un poco de turismo hebrial a otro pueblo, el típico con orquesta y baile, donde la juerga está dentro de las innumerables peñas que hay entre descampados y más descampados.
Hace 4 días, también viernes, la cosa fue parecida. Era el último exámen, pero a las 14:00 de la tarde se había fijado como la hora "mevoydefiestaporqueestoyhastaloshuevos" Guitarra y bebidas en mano, pasamos el día en el río, pasando calor, tostándonos en la arena, cual Eva María.
¿Y qué es lo que me permitió estar todo el día con una hiperactividad exagerada?
Quizás fueron los exámenes.
Quizás los innumerables chicles que me metí para satisfacer la deshidratación. Chicles Five se llamaban, y tienen esta pinta:
...RESULTA QUE SON GENIALES PARA LA RESACA.
No sé si es la mejor manera de promocionarlos, pero cuando el viernes estábamos torrándonos en el río y ya llevábamos unas 4 horas (nadie había compardo agua) un amigo me ofreció un chicle de estos. Agh, es de fruticas- dije yo- odio los chicles de frutas, saben a colonia de chica, pero trae que tengo sed.
Y oiga, al instante recuperé mi saliva. Ni los clix, ni los trident, esos se quedan como piedras según te los metes a la boca. Después de estar un buen rato rumiándolo, me dio hasta pena tirarlo. Si eres de los que pasas del chicle y te van más las cosas que necesitan cartón, tienen una cajita de lo más mona y elegante para presumir.
Como sabéis, me apasionan también los grupos de Facebook, y he buscado a ver si te podías hacer fan de estos chicles mágicos (me encanta hacerme fan de todo). Si queréis podéis hacerlo aquí. También están en Myspace.
Con este calor insoportable me despido, esta semana iré a casita y disfrutaré del "frescor" de castilla. A ver cuando puedo volver a coger tónica y ritmo con el blog.
P.D. Si te ha gustado esta crítica teorizante del chicle Five, puedes leer también la crónica del kleenex.
Actualización: he descubierto esta aplicación que tienen en su página web, y es genial para componer en plan Björk!
Hay k kedar con el loco del Cigarguren^^
xD, yo estoy todavía de exámenes, y mis euros se escapan en las pilas y pilas de apuntes fotocopiados!