Aunque no lo anuncié por aquí, la semana pasada viajé a Turquía. He recorrido la región de Kapadokya, he pasado unas horas en Ankara, y pateado enterita la ciudad de Estambul.
Mejor que una crónica del viaje os voy a contar unos cuantos detalles en los que me he ido fijando que no podríais leer en Wikipedia.
- Al principio pensé que los turcos sólo utilizaban las mayúsculas para escribir, pues no había ni un sólo rótulo en minúsculas. Con un estudio más avanzado, me di cuenta de que también usan las minúsculas.
- La mayoría de estos rótulos me recordaban irremediablemente a los Döner Kebap de España. El 80% de ellos eran de dos colores, blanco y rojo. Aun así, tardé dos días en darme cuenta de que semejante casualidad se debía a que son los colores de la bandera nacional.
- La palabra Kebap se escribe KebaP. Con P de pueblo. Tuve la oportunidad de hablar con una estudiante en Estambul que hablaba castellano, y me dijo que aquí en España (e incluso en Turquía) lo escriben indistintamente con P y con B. Se trata de una falta de ortografía bastante común, así que lo correcto es escribir Kebap. Por cierto, significa “carne”.
- Los Kebaps y Durums que conocemos aquí son distintos a los de allí. Pero me quedo con los de España. Allí no usan salsas. Había incluso Durums por 1’5TL (0’75 € aprox), pero aseguraban que era pura carne de gato (no convencí a nadie para probarla conmigo). Estaban en general bastante secos. Lo único que de verdad me gustó fue la carne. Realmente sabía a ternera y a pollo. Es como comparar el jamón serrano con la mortadela.
- Por toda la ciudad de Estambul había gatos. Como si se tratase de palomas, por la acera, en los parques… y la mayoría bien horondos. Pregunté a la misma chica que mencioné antes y me contestó que para ellos era como los cisnes, pavos reales o patos que puede haber en cualquier parque de España. ¡Curioso!
- Es un país que no llega a ser Occidente pero tampoco Oriente. Las señoras llevan pañuelo en la cabeza, de las chicas jóvenes diría yo que un 50% (también dependiendo de la zona en la que nos moviéramos). El uso del pañuelo/velo/traje completo corresponde a los padres y a la familia de la niña. En caso de decidir que debe llevar uno, se lo pondría a partir de la primera menstruación (aunque me hablaron de casos en los que niñas de 5 años ya lo llevan).
- La Lira Turca está a la mitad que el Euro, pero como te muevas por las zonas céntricas vas a pagar lo mismo que en España e incluso más. Pintas de cerveza por 10TL (5€) es caro hasta aquí. Dando vueltas y preguntando acabamos por encontrar precios donde se notase la supremacía del Euro. Encontramos un bar sin turistas donde las jarras de litro costaban 3’5TL.
- Las personas adultas ni idea de inglés, pero los niños bastante sueltos en el idioma.
- Tienen completamente ensalzado a Atatürk, el fundador y primer presidente de la república. A pesar de ser militar, colgó “los hábitos” cuando ganaron su guerra de Independencia, pasando a ser una república normal y corriente. Pero insisto, hay imágenes, estatuas ecuestres y carteles por todas partes de Atatürk, como si se tratase de un auténtico dictador militar. Además, el servicio militar es todavía obligatorio en Turquía, y no escasean los grandes anuncios animando a los jóvenes a alistarse al ejército.
- De fiesta observé lo siguiente. No es que hubiera ausencia de mujeres, que aunque me lo temía me sorprendí, pero me fijé en que todas las que había por la calle por la noche iban sin pañuelo.
- Tal y como estudié el año pasado en Traducción Especializada de publicidad, los anuncios de cosméticos no tienen el carácter sensual de occidente. Las fotografías se limitan a primeros planos, con una bella mujer de protagonista y sin ningún tipo de actitud provocativa.
- Los periódicos de Turquía son grandes y no usan grapas.
- En Estambul se acaban los transportes públicos a las 00:00. A partir de esa hora, sólo quedan taxis. Y más te vale negociar el precio antes de subirte si no quieres pagar un buen timo.
- Ningún conductor usa cinturón de seguridad. Circulan a una velocidad exagerada. Los taxis tienen la costumbre de pitar cada vez que pasan al lado de un grupo de peatones, para atraer su atención. Si tenemos en cuenta que hay una barbaridad de taxis, cada dos segundos pitan una media de diez coches. Una locura.
En realidad Turquía es un país que sólo cautiva si sabes perderte, porque está todo tan masificado de turistas que parece que has ido simplemente a un país vecino. Cuando ya te encuentras con gente que no tiene ni idea de español, restaurantes con los menús sólo en turco, y precios asequibles, el país te conquista.
Buen reportaje ;)
Periódicos sin grapas... pues como en España, excepto por el ABC. Buen trabajo porque demuestra que has sabido perderte por un lugar tan masificado.
Y por haber probado la carne de gato, xD